domingo, 28 de noviembre de 2010

EL CIELO Y EL INFIERNO

Un hombre, su caballo y su perro, caminaban por un sendero. Al pasar cerca de un árbol gigantesco, cayó un rayo, y los tres murieron fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había dejado este mundo, y siguió caminando con sus dos animales (a veces a los muertos les lleva un tiempo ser conscientes de su nueva condición…)
La caminata se hacía muy larga, colina arriba, el sol era de justicia, y todos terminaron sudados y sedientos. Necesitaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plaza adoquinada con bloques de oro, en cuyo centro había una fuente de donde manaba un agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que guardaba la entrada:
- Buenos días. ¿Qué lugar es éste, tan bonito?
- Esto es el cielo.
- Pues qué bien que hemos llegado al cielo, porque nos estamos muriendo de sed.
- Usted puede entrar y beber toda el agua que quiera.
- Mi caballo y mi perro también tienen sed.
- Lo siento mucho, pero aquí no se permite la entrada de animales.
Al hombre aquello le disgustó mucho, porque su sed era grande, pero no estaba dispuesto a beber él solo; dio las gracias y siguió adelante. Tras mucho caminar, ya exhaustos, llegaron a una finca que tenía por entrada una vieja portezuela que conducía a un camino de tierra, bordeado por árboles en sus dos orillas.
A la sombra de uno de los árboles, había un hombre tumbado, con la cabeza cubierta con un sombrero, posiblemente durmiendo.
-Buenos días – dijo el caminante.-Tenemos mucha sed, mi perro, mi caballo y yo.
-Hay una fuente en aquellas piedras – dijo el hombre señalando el lugar -. Pueden beber cuanto les plazca.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y mataron su sed. A continuación, regresó para dar las gracias.
-A propósito, ¿cómo se llama este lugar?
-Cielo.
-¿Cielo? ¡Pero si el guarda de la puerta de mármol dijo que el cielo era allá!
-Eso no es el cielo, es el infierno.
El caminante se quedó perplejo.
-¡Pero ustedes deberían evitar eso! ¡Esa falsa información debe causar grandes trastornos!
El hombre sonrió:
-De ninguna manera. En realidad, ellos nos hacen un gran favor. Porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a los mejores amigos…

Relato de Paulo Coelho de "El demonio y la Srta. Prim"

jueves, 18 de noviembre de 2010

EL LENGUAJE DE LOS PERROS - LAS SEÑALES DE CALMA

Para las especies que viven en manadas, es importante poder comunicarse con sus congéneres. Tanto para cooperar cuando cazan como para criar a su prole y, quizás lo más importante: vivir en paz los unos con los otros. Los conflictos son peligrosos. Causan daños físicos y eso hace que la manada sea más débil, lo cual es algo que ninguna manada puede permitirse, ya que causaría su extinción.
Los perros viven en un mundo de sensaciones: percepciones visuales, olfativas y auditivas. Ellos perciben fácilmente minúsculos detalles, una señal rápida, un ligero cambio en el comportamiento de otro individuo, la expresión de nuestros ojos… Los animales que viven en grupo son tan perspicaces a las señales que un caballo puede ser entrenado para que reaccione ante una contracción de nuestras pupilas y un perro puede ser adiestrado para que responda cuando susurras. No hay necesidad de dar órdenes o gritos para hacer que nuestro tono de voz sea grave y muestre enfado – a lo que Karen Pryor se refiere como “aplastar moscas con una pala”.
Los perros tienen cerca de 30 señales de calma, quizá incluso más. Algunas de esas señales las utilizan la mayoría de los perros, mientras que otros individuos tienen un “vocabulario” increíblemente rico. Esto varía de un perro a otro.


El problema

Los perros utilizan este sistema comunicación con nosotros los humanos, simplemente porque es el lenguaje que conocen y piensan que todos lo entienden.
Si no eres capaz de ver que tu perro está usando señales de calma contigo y puede que incluso le castigues por ello, estás corriendo el riesgo de causar un serio perjuicio a tu perro. Algunos perros, simplemente dejan de usar las señales de calma, incluso con otros perros. Otros, pueden llegar a estar tan desesperados y frustrados, que como resultado de ello se conviertan en perros agresivos, nerviosos o estresados. Los cachorros y los perros jóvenes podrían, de hecho, llegar a un estado de shock.


Conocimientos básicos

Papá llama a Prince y ha aprendido en clase que necesita parecer estricto y dominante para que Prince entienda quien es el que manda. A Prince, la voz de papá le resulta agresiva y, siendo un perro, instantáneamente le da a papá una señal de calma y así hacer que detenga su comportamiento agresivo. Probablemente, Prince se lama la nariz, bostece, se dé la vuelta,.. Lo que dará como resultado que papá se enfade de vedad, porque percibe que Prince está siendo terco, testarudo y desobediente. A Prince le castigan por usar sus signos de calma para apaciguar a su padre. Este es el típico ejemplo de algo que pasa a diario con muchos dueños de perros.
Tenemos que aprender para entender el lenguaje de los perros para así poder entender lo que los perros nos dicen.

Como utiliza el perro los signos de calma

Bostezar
El perro puede bostezar cuando alguien se inclina sobre él, cuando tu voz suena enfadada, cuando hay gritos y discusiones en la familia, cuando está en el veterinario, cuando alguien camina directamente hacia él, cuando está alborotado por la alegría, anticipándose a algo, por ejemplo, junto a la puerta cuando estás a punto de salir a dar una vuelta, cuando le pides al perro que haga algo que no le apetece hacer, cuando las sesiones de adiestramiento se prolongan demasiado y el perro se cansa, cuando le has dicho que no por algo que no te gusta que haga… y en muchas otras situaciones.
Las señales que le suponen una amenaza (caminar directamente hacia el perro, intentar agarrarle con la mano, inclinarte sobre él, mirar fijamente a sus ojos, movimientos rápidos, y así sucesivamente) siempre hará que el perro utilice una señal de calma. Hay cerca de 30 señales de calma diferentes, así que incluso aunque muchos perros bostecen, otros pueden usar señales de calma diferentes.
Todos los perros conocen todas las señales de calma. Cuando un perro bosteza y gira la cabeza hacia un lado, el perro con el que está “hablando” puede lamerse la nariz y volverse dándole la espalda o hacer algo completamente diferente. Las señales son internacionales y universales. Los perros de todo el mundo tienen el mismo lenguaje. Un perro de Japón se entenderá con un elkhound que vive aislado en un valle de Noruega. ¡No tendrán ningún problema de comunicación!

Lamerse
Lamerse la nariz es otra señal utilizada a menudo. Especialmente por los perros de color negro, por perros que tienen mucho pelo alrededor de su cara y por otros cuyas expresiones faciales son, por alguna razón, más difíciles de ver que las de otros de colores más claros, ojos visibles y hocicos largos. Pero cualquiera puede usar el lamido y todos los perros lo entienden, no importa lo rápido que lo hagan. Ese breve y rápido relamido en la nariz es más fácil de ver si miras al perro desde el frente. Como mejor se puede ver es si encuentras un sitio donde sentarte tranquilamente en silencio y observar. Una vez que has aprendido a ver el lamido, serás capaz de verlo también mientras paseas a tu perro.
A veces, no es otra cosa que un rapidísimo relamido, la punta de la lengua apenas se ve fuera del hocico y solo durante un pequeño instante de tiempo. Pero otros perros lo ven, entienden y responden a ello. Cualquier señal es siempre respondida con otra señal.

Darse la vuelta / Girar la cabeza
El perro puede girar ligeramente la cabeza hacia un lado, girarla completamente sobre el costado o darse totalmente la vuelta, de modo que el lomo y la cola queden frente a aquel a quien el perro pretenda calmar.
Cuando alguien se aproxima a tu perro frontalmente, él se apartará de alguna de las maneras descritas. Cuando parezcas enfadado, te muestres agresivo o amenazante, observarás también algunas de estas variaciones de la señal. Cuando te inclines sobre un perro para acariciarle, girará la cabeza hacia otro lado. Cuando le sometas a unas sesiones de adiestramiento demasiado prolongadas o muy difíciles, girará la cabeza hacia otro lado. Cuando al perro le pille algo por sorpresa o él mismo sorprenda a alguien, girará la cabeza rápidamente. Lo mismo ocurre cuando alguien le mira fijamente o actúa de modo amenazante.
En la mayor parte de los casos, esta señal hará que el otro perro se calme. Es una manera fantástica de resolver conflictos y los perros la utilizan muchísimo, tanto si son cachorros como si son adultos, de alto rango o inferior, etc. ¡Deja que tu perro la utilice! Los perros son expertos en solventar y evitar conflictos. Saben como manejar las situaciones conflictivas.

Posición de juego
Bajar el cuerpo con las patas delanteras en una posición de reverencia, puede ser una invitación al juego si el perro mueve las patas de un lado a otro, a modo de juego. Frecuentemente, el perro permanece quieto mientras está en esa posición. Está usando la señal para calmar a alguien. Estas señales a menudo tienen un doble significado y pueden ser utilizadas de maneras diferentes. Con frecuencia la invitación al juego es una señal de calma por sí misma, porque el perro está haciendo que una situación potencialmente peligrosa sea menos tensa y la deriva hacia algo sin riesgo.
Hace poco, durante una clase de cachorros con una mezcla de perritos, uno de ellos tenía, al principio, miedo de los demás. Los otros cachorros le dejaron solo y respetaron su temor. Al final, se atrevió a aproximarse a los demás. Cuando lo hizo, adoptó la posición de reverencia tan pronto como demás cachorros le miraron. Era una obvia combinación entre un poco de miedo, a la vez que un deseo de tomar parte en el juego.
Cuando dos perros se aproximan el uno al otro repentinamente, observarás a menudo que adoptan la posición de reverencia. Esta es una de las señales que son fáciles de ver, especialmente porque permanecen en esa posición durante unos pocos segundos de modo que dispones de bastante tiempo para observarlo.

Olisquear el suelo
Olisquear el suelo es una señal frecuentemente utilizada. En grupos de cachorros siempre lo verás y también cuando tu y tu perro dais un paseo y alguien se dirige hacia vosotros, en lugares donde hay mucha actividad, en sitios ruidosos o cuando el perro ve un objeto del que no está seguro de lo que es y lo encuentra intimidatorio.
Olisquear el suelo puede ser, desde mover la nariz rápidamente hacia el suelo y hacia arriba otra vez, hasta pegar la nariz al suelo y olfatear persistentemente durante varios minutos.
¿Se aproxima alguien a ti por la acera? Echa una mirada a tu perro. ¿Ha bajado la nariz hacia el suelo?, ¿Incluso levemente? ¿Se ha girado de costado hacia el que se aproxima, olisqueando el lateral de la carretera?
Por supuesto, los perros olisquean a menudo, también para “leer el periódico” y divertirse. Los perros están pre-programados para usar su nariz y es su actividad favorita. De cualquier modo, algunas veces está tratando de calmar, depende de la situación. Así que, ¡pon atención acerca de cuando y en que situaciones ocurre el olfateo!

Caminar despacio
La velocidad es vista como algo amenazante por muchos perros y pueden querer acercarse y tratar de parar a quienes corren. Ésto es, en parte, un comportamiento de cazador y se dispara cuando observa a una persona u otro perro corriendo. Cuando el que está corriendo se acerca directamente al perro, esto conlleva una amenaza y se establece un mecanismo de defensa.
Un perro que no se siente seguro se moverá lentamente. Si quieres que un perro se sienta seguro, debes moverte con más lentitud. Cuando veo un perro reaccionar hacia mí con una señal de calma, inmediatamente respondo ralentizando mis movimientos.
¿Tu perro acude muy lentamente cuando le llamas? Si es así, comprueba tu tono de voz. ¿Suena muy severa y como si estuvieras enfadado? Eso puede ser suficiente para que quiera calmarte, caminando despacio. ¿Te has mostrado enfadado alguna vez con el perro cuando él viene hacia ti? Éso podría ser por qué no confía en ti. Otra razón para calmarte podría ser que siempre que le llames y acuda, sea para agarrarle con la correa. Échale un ojo a tu perro la próxima vez que le llames. ¿Te hace alguna señal de calma cuando viene? Si se mueve lentamente, puede que tengas que cambiar tu modo de actuar.

Quedarse inmóvil
Decimos que el perro se queda inmóvil, cuando se para y se queda completamente quieto, sentado o tumbado, permaneciendo en esa posición. Este comportamiento, se cree, tiene algo que ver con el instinto de caza. Cuando la presa corre, el perro ataca. Una vez que la presa para, el perro se detiene también. Vemos esto también a menudo cuando el perro persigue a un gato. El comportamiento, sin embargo, se da en varias situaciones diferentes. Cuando te enfadas, te pones agresivo y te muestras amenazante, el perro, con frecuencia, se quedará quieto y no se moverá para que te “vuelvas bueno” otra vez. Otras veces, el perro puede ir caminando lentamente, quedarse inmóvil y luego moverse lentamente de nuevo. Muchos dueños creen que tienen perros muy obedientes, que se sientan, se tumban o permanecen completamente quietos. ¿Tal vez estén usando señales de calma? Muy a menudo un perro se para y permanece en calma cuando alguien se aproxima. Si tu perro quiere pararse o se mueve lentamente en una situación como ésta, permíteselo. También, si ocurre que tu perro se encuentra en una situación de conflicto con una persona o con un perro y es incapaz de escapar, quedarse inmóvil puede ser una manera de calmar al otro perro o a esa persona.

Sentarse / dar la pata
Rara vez he visto perros dando la pata como una señal de calma, pero en algunas ocasiones la han utilizado claramente para calmar a otro perro.
Sentarse, o incluso una señal más fuerte, que es sentarse dando la espalda a alguien, por ejemplo, al dueño, tiene un efecto muy calmante. Se ve a menudo cuando un perro quiere calmar a otro que se aproxima demasiado rápido. Los perros se pueden sentar ofreciendo la espalda a su dueño cuando éste parece enfadado o severo.

Dar un rodeo
Esta señal es frecuentemente utilizada como una señal de calma y es la razón principal de por que los perros pueden reaccionar tan mal cuando se encuentran con otro perro y se les fuerza a caminar directamente hacia él. Su instinto les dice que está mal aproximarse a alguien de ese modo. Los dueños piensan de otra manera. El perro se pone ansioso y a la defensiva. Tenemos ya un perro que ladra y arremete contra otros perros y, con el tiempo, tendremos un perro agresivo.
Los perros, cuando se les da la oportunidad, caminarán dando un rodeo sobre el otro. Eso es lo que hacen cuando se encuentran sin la correa y son libres de hacer las cosas a su modo. Permite a tu perro que haga lo mismo cuando está contigo.
Algunos perros necesitan dar amplios rodeos mientras otros sólo necesitan caminar haciendo un ligero arco. Permite que el perro decida lo que siente que es correcto y más seguro para él. Entonces, con el tiempo y si tu quieres, aprenderá a pasar más cerca de los otros perros.
¡Permite al perro que camine dando una curva alrededor del perro con el que se encuentra! No hagas que ande en posición “junto” mientras tú caminas en línea recta. Dale la oportunidad de caminar dando un rodeo y pasar al otro perro. Si mantienes la correa suelta y dejas que el perro decida, verás que, con frecuencia, el perro prefiere pasar de largo en lugar de ponerse histérico.
Por la misma razón, no camines directamente hacia un perro, sino dando un rodeo. Cuanto más ansioso o agresivo esté el perro, más amplia debes hacer la curva.

Interponerse
Cuando un perro se interpone físicamente entre otros perros o personas, lo hace para tranquilizarlos. Es otra señal de calma. La “excesiva” proximidad les pone nerviosos, ya que la situación por ejemplo, entre dos perros que se muestran amenazantes entre ellos, se puede volver tensa. Así que deciden hacer algo para separarlos y acabar con cualquier conflicto.
También ocurre con las personas: Tu perro puede interponerse entre tú y tu pareja si os ve acaramelados en el sofá, o cuando coges en brazos a un niño pequeño y le haces carantoñas, o cuando bailas con alguien… Los perros comienzan a sentirse incómodos por la situación de excesiva proximidad y deciden interponerse para evitar conflictos. La interposición es una señal de calma directa y efectiva. Otras señales de calma Hasta ahora, has aprendido algo sobre algunas de las señales de calma más comunes. Hay alrededor de 30 de ellas y muchas han sido descritas tan solo recientemente. Mencionaré brevemente unas pocas más de modo que después puedas observarlas:
*“Sonreír”, o bien estirando la comisura de los labios atrás y hacia arriba, o enseñando los dientes como si sonriera
*Relamerse
*Chasquear los belfos (**)
*Mover la cola. Si un perro muestra signos de ansiedad, calma o cualquier otra cosa que tenga poco que ver con la alegría, el mover la cola no es una expresión de felicidad, sino que más bien el perro quiere calmarte.
*Hacerse pis. Un perro que se muestra acobardado y se arrastra hacia su dueño, a la vez que se hace pis y mueve el rabito, está mostrando tres claros signos de calma  y de miedo. Está deseando saltar sobre tu cara y lamerte la comisura de los labios.
*Poniendo su cara redonda y suave, con las orejas pegadas a la cabeza, para parecer que actúa como un cachorro (nadie haría daño a un cachorro, es lo que un perro piensa).
*Tumbándose con la barriga pegada al suelo. Esto no tiene nada que ver con la sumisión. Sumisión es cuando el perro se tumba panza arriba. Tumbarse con la barriga contra el suelo es un signo de calma.
… y hay incluso más signos de calma que se usan en combinación con otros. Por ejemplo, un perro puede orinarse al mismo tiempo que se gira para dar la espalda a alguien. Este es un claro signo de calma para, por ejemplo, un molesto perro adolescente.
Algunos perros actúan como cachorros, saltando alrededor y poniéndose “tontito”, lanzando palos al aire, etc., si ven que hay cerca un perro miedoso. Se supone que tiene, y de hecho lo tiene, un efecto calmante.


El acercamiento
Un acercamiento entre dos perros que no se conocen no revelará casi nunca signos de fuerte sumisión o de lo que la gente llama comportamiento dominante. Un encuentro entre dos perros será normalmente algo como esto:
King y Prince se ven el uno al otro a una distancia de 150 metros y están de frente el uno al otro. Comienzan a mandarse mensajes recíprocamente desde el momento en que se ven. Prince se detiene y permanece quieto (inmóvil), y King camina despacio mientras lanza miradas con el rabillo del ojo.
Según se acerca King, Prince comienza a lamerse la nariz con intensidad y gira el costado hacia King, comenzando también a olisquear el suelo. Ahora King está tan cerca, que necesita estar incluso más calmado, así que comienza a caminar dando un rodeo sobre Prince, despacio y ahora él se lame la nariz también.
Por ahora, los dos perros se han “leído” el uno al otro tan bien, que saben ya si quieren ir y saludarse o que la situación puede ser tan intensa, que es mejor permanecer lejos el uno del otro.
Nunca fuerces al perro a acercarse a otros.
Permite que los perros utilicen su lenguaje cuando se encuentren para que se puedan sentir seguros. A veces, caminarán el uno hacia el otro y se llevarán bien. Otras veces se sienten más a salvo cuando permanecen a distancia – después de todo, ya han leído las señales de calma del otro. Lo hacen incluso a varios cientos de metros de distancia. No hay necesidad de encontrarse cara a cara.
En Canadá, un adiestrador canino que asistió a mi conferencia, se acercó a mí con un nuevo nombre para las señales de calma. El “Lenguaje de Paz”. Eso es exactamente lo que es. Es un lenguaje que está ahí para asegurar al perro una manera de evitar y solventar conflictos y vivir juntos de manera pacífica. Y los perros son expertos en eso.
Comienza a observar y lo verás por ti mismo. Muy probablemente, conseguirás tener una relación mucho mejor con tu perro y también con los otros, una vez que empieces a darte cuenta de lo que el perro realmente te está diciendo. Es probable que entiendas las cosas que antes no te podías ni imaginar. Es increíblemente emocionante, a la vez que educativo.

¡Bienvenido al mundo del perro y al conocimiento de un lenguaje totalmente nuevo!

 

Del libro de Turid Rugaas: El lenguaje de los perros.

 

sábado, 13 de noviembre de 2010

El Código Penal se modifica para endurecer el castigo por maltrato animal

  • La variación atañe al artículo 337 del Código Penal; rige para toda España
  • El cambio consiste en eliminar la palabra 'ensañamiento' del texto legal
  • A partir de ahora lo que antes era una falta será considerado delito
Seguramente ellos no son conscientes de que a partir del próximo 22 de diciembre van a estar mucho más protegidos, pues son animales y hasta hace bien poco no se les ha tenido en cuenta para casi nada.
Sin embargo, una modificación en el artículo 337 de nuestro Código Penal va a hacer posible que "el que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales".

Luchando desde hace años

En realidad, esta variación ha consistido únicamente en suprimir el término 'ensañamiento' que figuraba en la anterior redacción del citado artículo y que constituía un auténtico coladero por el que los maltratadores de animales escapaban impunes de las agresiones más brutales.
A lo largo de las dos últimas legislaturas, diversas protectoras, como "El refugio" una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la recogida de animales maltratados, así como a la prevención y denuncia de los casos de violencia y abandono contra ellos, ha mantenido reuniones con todos los grupos parlamentarios para impulsar este paso que se acaba de dar.
"Supone el mayor paso adelante en protección animal de los últimos años", afirma Nacho Paunero, presidente de la protectora que, ahora más que nunca, anima a los testigos de actos violentos contra los animales a que denuncien los hechos ya que a los agresores les será más difícil escapar de la ley ya que supondrá la posibilidad de enjuiciar como delitos las conductas maltratadoras que hasta ahora pasaban como simples faltas.
En cifras, se calcula que las causas judiciales por estos delitos aumentarán en un 300%. En teoría, este dato es positivo, porque el número de sentencias condenatorias también se disparará y promoverá una reflexión al respecto.

No es suficiente

Daniel Dorado Alfaro, abogado especialista en causas de maltrato animal no se muestra tan eufórico, aunque acoge la medida con agrado.
"Lo único verdaderamente positivo es la desaparición del término 'ensañamiento', ya que no es necesario para que haya delito; sin embargo, las penas contempladas son de tres meses a un año, de manera que nadie irá a la cárcel por maltratar a un animal, a no ser que reincida en lo mismo de manera muy seguida", explica el letrado.
Quizá por eso, el objetivo por el muchas protectoras luchan es por el de conseguir una Ley Marco que aúne las 17 legislaciones autonómicas que rigen para cada comunidad en materia de maltrato animal.
"Ahora mismo, los textos legales son muy dispares y en algunos lugares maltratar a una animal sale muy barato", apunta Paunero.
En este sentido, Dorado también matiza que "si se hace una norma legal estatal se va a estandarizar usando los raseros más bajos, de manera que en muchos aspectos iremos para atrás; lo verdaderamente importante es que exista una legislación con contenido, que esté bien articulada y que luego disponga de medios para ser aplicada".
De esta manera, en opinión del abogado, es fundamental avanzar en conciencia ciudadana. Admite que aunque todavía queda mucho camino por recorrer, se han hecho grandes avances. "Hemos dejado de ver a los animales como cosas, como meras propiedades. La ley reconoce que tienen entidad física y psíquica, sienten el dolor y acusan la violencia como cualquier ser vivo", explica.

Denunciar; obligación legal y moral

Por este motivo, coincide con El Refugio en la necesidad de denunciar cualquier caso de maltrato animal. "Se trata, aparte de una obligación moral, de un imperativo legal", afirma. "Además, no es un proceso complicado; por la vía administrativa se presentan las pruebas, se deja constancia del hecho y la ley comienza a actuar".
No obstante, reconoce que hay bastantes dificultades para identificar a los responsables del maltrato porque no suelen ejecutarlo ante posibles testigos y en numerosas ocasiones se recurre a mutilaciones para arrancar las identificaciones a los animales, de manera que cuando le encuentran no hay posibilidad de seguir el rastro a su dueño.
Finalmente, la disparidad que existe entre las leyes de protección animal según la Comunidad Autónoma complican aún más el procedimiento. "El Código Penal es el mismo para todo el país; pero la vía administrativa es diversa", apunta Paunero.