viernes, 11 de mayo de 2018

PELIGRO DE LOS COLLARES DE AHOGO

Los collares estranguladores pueden producir lesiones muy graves en los ojos de los perros

Que los collares mal utilizados pueden (y de hecho así sucede) producir lesiones más o menos graves en el cuello de los perros (vértebras, y también laringe y esófago) es algo sabido y además obvio físicamente.  Sin embargo, lo que es menos conocido es que un collar mal utilizado puede causar también presión intraocular en los perros.

Arnés… mejor que collar

El año pasado conocimos un caso en el que un perro murió por el uso extremo de un collar de ahorque. Pero sin llegar a esos extremos el estudio es claro:  Se evaluaron 51 ojos pertenecientes a 26 perros. Se midió la fuerza de tracción que ejercían los perros a los diferentes métodos de sujeción utilizados (collares y arneses), a continuación se obtuvieron las mediciones de la presión intraocular en los perros cuando iban caminando con esa presión en el collar o el arnés. La presión intraocular se incrementó significativamente desde el inicio cuando se aplica presión a través de un collar, pero no a través de un arnés. Sobre la base de los resultados del estudio, los investigadores aseguran que los perros con córneas delgadas o débiles, glaucoma, o condiciones en las que un aumento de la presión intraocular podría ser perjudicial deben usar un arnés en lugar de un collar, especialmente durante el ejercicio o actividad.

Fuente:Journal of the American Animal Hospital Association.

viernes, 4 de mayo de 2018

REFUERZO POSITIVO: ¿CHUCHES O MIMOS?

Los premios son la mejor manera de educar a un can, eso está claro, pero no tienen porqué ser comestibles.
Cada perro reacciona de una manera, algunos son más tragones que otros y para éstos una chuche siempre será un estímulo apetecible. Pero incluso en ese caso, la ciencia ha descubierto, unas palabras de ánimo, una alabanza, resultan hasta más efectivas.

Es un nuevo estudio del equipo de Gregory Berns, el neurocientífico perruno de la la Universidad de Emory que ha logrado analizar el cerebro de los canes al enseñarles a estar perfectamente quietos dentro de una máquina de resonancia magnética.

En esta ocasión han analizado el cerebro de 15 perros de diferentes razas mientras les mostraban imágenes de diversos objetos junto con dos estímulos diferentes: comida -un trozo de salchicha- o las palabras de alabanza de su dueño.
Y descubrieron que de los 15 perros, el cerebro de 13 de ellos mostraba igual o mayor reacción ante las alabanzas que ante la comida.



Después hicieron una segunda prueba con un pequeño laberinto: al final del mismo había dos salidas, en una estaba el dueño del perro y en otra un cuenco con chuches. No os sorprenderá saber que la gran mayoría de los perros optó por ir hacia sus dueños para recibir unos mimos.
Eso sí, los canes cuyos cerebros habían mostrado una mayor reacción ante la comida, también fueron los que optaron por el cuenco de chuches en esta parte del experimento.


¿Por qué es útil? En primer lugar demuestra, de nuevo, la importancia que dan los perros a la interacción con los humanos.
Además proporciona pistas prácticas para cualquiera que tenga que educar a un can: si identificas cuál es su principal motivación, si sabes que lo que más le gusta es recibir tus ánimos y alabanzas, será más fácil que te haga caso y, de propina, más sano que darle chuches todo el rato.
Y también porque ayuda, en el ámbito de los perros de trabajo, a poder distinguir qué can sería un buen perro de terapia (prefiere los mimos / alabanzas a la comida) antes que un perro cuya labor es más autónoma, como los perros de rescate.

Fuente: Sr.Perro