Los premios son la mejor manera de educar a un can, eso está claro, pero no tienen porqué ser comestibles.
Cada perro reacciona de una manera, algunos son más tragones que
otros y para éstos una chuche siempre será un estímulo apetecible. Pero
incluso en ese caso, la ciencia ha descubierto, unas palabras de ánimo,
una alabanza, resultan hasta más efectivas.
Es un nuevo estudio del equipo de Gregory Berns, el neurocientífico perruno de la la Universidad de Emory que ha logrado
analizar el cerebro de los canes al enseñarles a estar perfectamente
quietos dentro de una máquina de resonancia magnética.
En esta ocasión han analizado el cerebro de 15 perros de diferentes
razas mientras les mostraban imágenes de diversos objetos junto con dos
estímulos diferentes: comida -un trozo de salchicha- o las palabras de
alabanza de su dueño.
Y descubrieron que de los 15 perros, el cerebro de 13 de ellos mostraba igual o mayor reacción ante las alabanzas que ante la comida.
Después hicieron una segunda prueba con un pequeño laberinto: al
final del mismo había dos salidas, en una estaba el dueño del perro y en
otra un cuenco con chuches. No os sorprenderá saber que la gran mayoría de los perros optó por ir hacia sus dueños para recibir unos mimos.
Eso sí, los canes cuyos cerebros habían mostrado una mayor reacción
ante la comida, también fueron los que optaron por el cuenco de chuches
en esta parte del experimento.
¿Por qué es útil? En primer lugar demuestra, de nuevo, la importancia que dan los perros a la interacción con los humanos.
Además proporciona pistas prácticas para cualquiera que tenga que
educar a un can: si identificas cuál es su principal motivación, si
sabes que lo que más le gusta es recibir tus ánimos y alabanzas, será
más fácil que te haga caso y, de propina, más sano que darle chuches
todo el rato.
Y también porque ayuda, en el ámbito de los perros de trabajo, a
poder distinguir qué can sería un buen perro de terapia (prefiere los
mimos / alabanzas a la comida) antes que un perro cuya labor es más
autónoma, como los perros de rescate.
Fuente: Sr.Perro