jueves, 19 de enero de 2012

LAS 3 COSAS SIN LAS QUE LOS PERROS PUEDEN VIVIR: DOMINANCIA, LA TEORÍA DEL ALFA Y CÉSAR MILLÁN.

Tras la reciente protesta en Rochester, Nueva York, los amantes de los perros se devanan los sesos de nuevo tratando de determinar la conveniencia de que a César Millán se le permita ostentar el título de Encantador de Perros. Cuando leí el artículo de Pets Adviser: El amanecer y el ocaso de César Millán, el Encantador de Perros, no pude evitar ser una de los más de 200 comentaristas que dieron su opinión sobre el tema.

El hecho es, es uno de los más ardientes debates entre amantes de los perros y adiestradores. Durante décadas, se nos ha machacado con la importancia de "ser el Alfa" basada en la creencia de la manada. César se ha limitado a adaptar esas filosofías y darles un toque especial, pero esto no las hace mejores de lo que eran hace 50 años.
La Sociedad Veterinaria Americana del Comportamiento Animal mostró su postura con sus imprescindibles declaraciones sobre la dominancia y el castigo en el adiestramiento.

La que sigue es nuestra contribución al artículo de PetsAdvisor.com de ayer, 17 de enero de 2012:

"No creo que César Millán se levante por la mañana pensando, "¿Cómo maltrataré a los perros hoy?" Pienso que hace lo que valora como un adiestramiento efectivo porque le dió resultados en el pasado. Su comportamiento es reforzado por el hecho de ver someterse a los perros ante su "dominancia" y estatus "alfa", así que lo continúa utilizando. National Geographic refuerza su comportamiento publicitándolo en la televisión y mediante su magnífico equipo de marketing. Si estuviese en los zapatos de César Millán, me resultaría complicado detectar el "error" de la situación.

Desgraciadamente para los perros que él "adiestra", su método de entrenamiento puede ser efectivo. Pero, ¿durante cuánto tiempo? La comunidad de adiestradores profesionales mediante refuerzo positivo hemos visto los efectos devastadores del adiestramiento basado en el castigo. No hay cámaras siguiéndonos cuando nos toca recoger las piezas de los animales rotos tanto emocional como físicamente.

No deseo atacar a César Milllán a nivel personal; sus decisiones son suyas. Ha hecho esfuerzos para aprender sobre el adiestramiento con refuerzo positivo, y debo expresarle mi gratitud por ello. No importa cuán pequeño sea el esfuerzo en la dirección correcta, todo animal necesita ser reforzado. En cualquier caso, me reafirmo en mi posición sobre la educación canina: El adiestramiento basado en la dominancia arruina la relación entre el animal y el adiestrador. Y cuando no existe la confianza por parte de los seguidores, no hay un liderazgo real.

Muchos defienden el adiestramiento con castigos con la mentalidad de que trabajar con premios es bueno para "truquillos y tonterías", pero el "trabajo duro" como la agresividad, no puede arreglarse con "galletitas". Lo cierto es, que ese es el resultado cuando el refuerzo positivo no se ha trabajado correctamente. En la realidad, muchos adiestradores son capaces de rehabilitar y desarrollar una modificación de conducta bajo el umbral de reactividad con el uso del refuerzo positivo y la gestión del entorno. Si un perro es trabajado bajo el umbral de reactividad y un bajo nivel de estrés, se puede conseguir muchísimo más.

Encuentro igualmente interesante que colegas defiendan el adiestramiento con castigos con la máxima "como el último recurso". Si la situación es tan mala que requiere descargas, ahogos, tirones o dominaciones quizá una solución más humana como "último recurso" sea la eutanasia. Si realmente se ha hecho todo lo que se ha podido por ese animal y aún así, nada funciona excepto el maltrato y la fuerza, ¿no sería más benévolo optar por sacar al animal de esa miseria? No puedo imaginarme vivir una vida en la que estuviese siempre siendo objeto  de un constante tormento, dolor físico, inseguridad, confusión, cansancio mental y siendo forzada a someterme una y otra vez.

Nosotros (los humanos) esperamos que los perros cambien su forma de vida (por ejemplo, dejando de reaccionar ante otros perros en los paseos) para que nosotros no tengamos que cambiar nuestras vidas (por ejemplo, dejando de sacar al perro en los horarios más concurridos). Sí, esta afirmación es una generalización. Pero me sirve para ilustrar el hecho de que tal vez, si tu perro muerde a otros perros en el parque, quizá éste no sea el mejor sitio para pasear a tu perro.
No todos los métodos de adiestramiento funcionan para todos los perros, pero afortunadamente, el refuerzo positivo tiene tantas posibilidades y caminos que no hace falta recurrir a la fuerza jamás. Realmente no hay excusas: La introducción del dolor solo lo hace más fácil para el humano, pero peor para el perro a la larga. Tu elección del tipo de adiestramiento depende de cuál es la vida que deseas mejorar...."

Lo más importante es el bienestar del animal. El plantarse y sugerir que algo no daña a un animal no es justo; a menos que tengas una línea directa con el sistema nervioso del perro, es difícil sustentar esa afirmación. Y aunque nuestro funcionamiento fisiológico pueda diferir del de nuestros amigos caninos, es de esperar que lo que nos pueda doler a nosotros seguramente les duela a ellos. Pero lo que es más importante: ¿Por qué siquiera planteárnoslo?
Si el adiestramiento con refuerzo positivo puede enseñar efectivamente a un perro (¡y puede!), entonces ¿Por qué recurrir al castigo?


Traducido por Virginia Millares de www.damelapatita.com del original http://www.examiner.com/pets-in-washington-dc/taking-a-stand-why-my-dogs-will-never-meet-cesar-millan?fb_comment_id=fbc_10150527136494429_20570993_10150527217794429#f3b848c8f8