Los collares estranguladores pueden producir lesiones muy graves en los ojos de los perros
Que los collares mal utilizados
pueden (y de hecho así sucede) producir lesiones más o menos graves en
el cuello de los perros (vértebras, y también laringe y esófago) es algo
sabido y además obvio físicamente. Sin embargo, lo que
es menos conocido es que un collar mal utilizado puede causar también presión intraocular en los perros.
Arnés… mejor que collar
El año pasado conocimos un caso en el que un perro murió por el uso extremo de un collar de ahorque.
Pero sin llegar a esos extremos el estudio es claro: Se evaluaron 51
ojos pertenecientes a 26 perros. Se midió la fuerza de tracción que
ejercían los perros a los diferentes métodos de sujeción utilizados
(collares y arneses), a continuación se obtuvieron las mediciones de la
presión intraocular en los perros cuando iban caminando con esa presión
en el collar o el arnés. La presión intraocular se incrementó
significativamente desde el inicio cuando se aplica presión a través de
un collar, pero no a través de un arnés. Sobre la base de los resultados
del estudio, los investigadores aseguran que los perros con córneas
delgadas o débiles, glaucoma, o condiciones en las que un aumento de la
presión intraocular podría ser perjudicial deben usar un arnés en lugar de un collar, especialmente durante el ejercicio o actividad.
Fuente:Journal of the American Animal Hospital Association.
Los premios son la mejor manera de educar a un can, eso está claro, pero no tienen porqué ser comestibles.
Cada perro reacciona de una manera, algunos son más tragones que
otros y para éstos una chuche siempre será un estímulo apetecible. Pero
incluso en ese caso, la ciencia ha descubierto, unas palabras de ánimo,
una alabanza, resultan hasta más efectivas.
Es un nuevo estudio del equipo de Gregory Berns, el neurocientífico perruno de la la Universidad de Emory que ha logrado
analizar el cerebro de los canes al enseñarles a estar perfectamente
quietos dentro de una máquina de resonancia magnética.
En esta ocasión han analizado el cerebro de 15 perros de diferentes
razas mientras les mostraban imágenes de diversos objetos junto con dos
estímulos diferentes: comida -un trozo de salchicha- o las palabras de
alabanza de su dueño.
Y descubrieron que de los 15 perros, el cerebro de 13 de ellos mostraba igual o mayor reacción ante las alabanzas que ante la comida.
Después hicieron una segunda prueba con un pequeño laberinto: al
final del mismo había dos salidas, en una estaba el dueño del perro y en
otra un cuenco con chuches. No os sorprenderá saber que la gran mayoría de los perros optó por ir hacia sus dueños para recibir unos mimos.
Eso sí, los canes cuyos cerebros habían mostrado una mayor reacción
ante la comida, también fueron los que optaron por el cuenco de chuches
en esta parte del experimento.
¿Por qué es útil? En primer lugar demuestra, de nuevo, la importancia que dan los perros a la interacción con los humanos.
Además proporciona pistas prácticas para cualquiera que tenga que
educar a un can: si identificas cuál es su principal motivación, si
sabes que lo que más le gusta es recibir tus ánimos y alabanzas, será
más fácil que te haga caso y, de propina, más sano que darle chuches
todo el rato.
Y también porque ayuda, en el ámbito de los perros de trabajo, a
poder distinguir qué can sería un buen perro de terapia (prefiere los
mimos / alabanzas a la comida) antes que un perro cuya labor es más
autónoma, como los perros de rescate.
Cualquier dueño de una mascota quiere que su animal esté bien cuidado y que se sienta querido y parte de la familia.
Sin embargo, en ocasiones se suele perder el equilibrio y se le
proporciona una serie de cuidados innecesarios “por el bien de la
mascota”. ¿Es posible que haya dueños que puedan maltratar de manera
inconsciente a su perro?
Sí, los hay. Cuando se piensa en sus cuidados y en el bien del perro,
muchos de los actos que llevamos a cabo están basados en mitos o
comentarios que hemos oído de otros y que no sabemos cuán ciertos puedan
ser. Por ello hablaremos de esos cuidados que más que hacer bien al
animal, es un modo de maltrato sumergido.
Maltratar a un perro sin saberlo
Como decimos, hay muchos actos que se hacen con toda la buena
intención del mundo, dejándose guiar por los buenos consejos de otros,
pero que al final no hacen más que hacer daño a nuestra mascota. Estas son algunas de esas afirmaciones.
El perro necesita espacio
Debido a esta expresión, muchos dejan a sus perros en jardines o terrazas prohibiéndoles el acceso a la casa.
Es cierto que un can necesita espacio para jugar, para correr, para
saltar y para ser feliz. Aunque, ¿quién conoce la felicidad en
solitario? Tu peludo quiere jugar contigo, con tus hijos, ponerse a tus
pies cuando hace frío y buscar el lugar más fresco de la casa para
ponerse panza arriba cuando hace calor.
Quiere tus caricias, escuchar tus risas, ir corriendo hacia la puerta
cuando te ve llegar. ¿Cómo hará todo eso encerrado? Sí, porque aunque
tu terraza o jardín sea un espacio abierto al aire libre, el perro está
encerrado, privado de poder relacionarse con las personas que quiere.
¿Entiendes que esto es una forma de maltrato?
Los perros pequeños no necesitan salir a la calle
Como son tan pequeños la
casa debe parecerle enorme. Basándose en esto, muchos dueños de perros
pequeños los sacan apenas cinco o diez minutos una vez al día y a veces
ni eso.
A un perro, sea del tamaño que sea, le gusta correr, saltar y respirar aire fresco. No solo les gusta, lo necesitan.
Dependen de ti y de lo que estés dispuesto a darle, ellos nunca te
pedirán más de eso, pero recuerda que si dejas a un can siempre en casa,
estás maltratándolo.
Mejor que no se acerque a otros perros
Esta expresión se utiliza en dos situaciones diferentes:
Cuando el perro es agresivo. Mejor que no se
acerque a otros perros porque si los muerde o los agrede me veré en
problemas. Esta es la excusa que muchos dan, aunque es cierto que a un
can se le puede educar y controlar para que esto no suceda. Pero claro,
negarse a que se relacione con otros es lo más fácil.
Sobreprotección. También se puede querer evitar que
otros hagan daño a nuestro animal y lo sobreprotegemos evitando que se
mezcle con perros sin darnos cuenta que como le estamos haciendo daño en
realidad es de esa manera.
No importa cuál sea nuestra excusa, no es válida. Un perro necesita
relacionarse con otros de su especie, debe socializar para ser un peludo
amable, simpático y feliz. Negarle eso es como maltratar.
Voy a cortarle el pelo en verano
Pensando en nuestras necesidades, creemos que los perros tienen las
mismas y esto no es del todo cierto. El pelo de los peludos no necesita
ser cortado en verano para estar “más fresquito” como dicen muchos. Su cabello es su mayor aislante, tanto para el frío como para el calor.
Por tanto, corta el pelo necesario a tu perro cuando haga falta, olvídate de los mitos y simplemente piensa en lo que es mejor para tu mascota. Ante cualquier duda, nadie mejor que un veterinario para orientarte.
Mi perro necesita hacer ejercicio, voy a cansarlo
Mucha gente cree que su perro hace destrozos en casa o está nervioso porqué necesita más ejercicio o cansarse más y se los llevan a correr, atados a la bici, el monopatín, etc. En realidad un perro, para cansarse sólo necesita pasear suelto (o atado si no es posible) a su aire, pararse a oler todo lo que le apetezca, interaccionar con otros perros....
En el caso de un cachorro, es necesario que pueda jugar a su aire con otros perros, tanto cachorros como adultos y correr si lo desea, pero siempre a su antojo y por iniciativa propia.
Tirar la pelota al perro para que corra y se canse, también es contraproducente: estresa al perro y puede llegar a provocar problemas de agresividad con otros perros. Cuando salgas a pasear a tu perro, deja los juguetes en casa y busca lugares con muchos olores y otros perros con los que se pueda relacionar.
Le he puesto un collar de (ahogo, castigo, impulsos eléctricos) para educarlo
Los collares de ahogo, castigo o descargas eléctricas son auténticas herramientas de tortura. Están prohíbidos en muchos países, tanto su venta como su uso. En Barcelona ciudad, Madrid y otras poblaciones se ha prohibído su uso por normativa municipal.
Si tu perro tira de la correa o no obedece cuando lo llamas, contacta con un educador/a canino en positivo que te enseñe a educar a tu perro correctamente sin ningún tipo de maltrato y sin ningún tipo de herramienta de tortura, aversiva o que le provoque algún daño (físico o psicológico).